La zozobra del alma enamorada,
la dulce vaguedad del sentimiento,
la esperanza de nubes rodeada,
de la memoria el dolorido acento,
los sueños de la mente arrebatada,
la fábrica del mundo y su portento,
sin regla ni compás canta mi lira:
¡sólo el ardiente corazón me inspira! (Canto I)
jueves, 9 de octubre de 2008
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